Con ganas de Theatrae...

Inspiración y creatividad....fuerzas para dar muchoooooo!:)

Desde mi ventana

Desde mi ventana contacto con esos universos infinitos que se esconden en el fondo del mar, que se ocultan tras una tormenta o que hacen malabares para huir de nuestro camino.


Pic. Tormenta de Septiembre

"Un instante después de asumirlo estalló la tormenta"

Canon EOS 500D

Monedica a monedica en mi hucha...SERÁ MÍA! ¿Alguna recomendación más asequible en materia de cámaras reflex? Jo!Es que cuando uno se pone a mirar...No tardan en endulzarle los ojos con cosas como esta...¬¬

Aquí un enlace para los que quieran saber todo lo que hace esta maravilla.


Come Lugrecia ¡COME!




A la vista de esto pareceré una loca maniaca compulsiva compra-cosas...jej con el móvil nuevo y ya maquinando...xD pero estas cosas me rondan durante mucho tiempo en la cabeza...y de aquí a que yo pueda tener un cacharrico de esos...al ritmo que se llena la hucha...jajaja

Como loca con mi magic

Entre otras muchas cosas...^^ mi gran alegría del verano, el gran descubrimiento que llegó en Julio...Sigo descubriendo cosas cada día y el universo Android se hace grande a cada paso...No puedo dar una valoración técnica de mi móvil porque obviamente técnica no soy.

Para los que quieran comparar que cosillas lleva y todo eso pues....sólo puedo dejarles el enlace de la página web.

Para los que se conformen con mi opinión:



Jajaj...


Hoy no me podía dormir, pero...otro día más que se va...
Y recobrando las fuerzas diría yo!

Más reflexión

Leyendo mi pasado me doy cuenta de que a veces me gustaría recuperar demasiado de él, y que el resto, lo que no me gusta, me encantaría que se borrara. Estoy llena de contradicciones porque en mi se mezcla la lucha por dejar huella con las ganas de que el mar arrastre consigo todo lo que no puedo soportar.

Necesidad de cambio. Tengo una necesidad terrible de cambio, o me ahogaré mientras buceo en el pasado dandome cuenta de que lo que no superé aún no está superado.

Días de arena y mar

Me gusta sentir que nada es imposible y quiero que sintáis lo mismo. Cuando se quiere se puede.

Un rescate al pasado

Unas líneas sacadas de mi 12 de Noviembre de 2007, que creo que merecen ser rescatadas cada día a la hora de levantarse...

"Porque cierro los ojos para encontrarte más claramente y sueño cada noche con respirar el silencio de tus pulmones.

Para mi la mejor historia de amor de la historia del cine…está en la peli de amelie…
Sinceramente el amor para mi es encontrar normal al ser más extraño de la tierra y desear cada una de las pequeñas cosas que le hacen ser como es.



No se porque…

No se por quién

Solo sé que siempre estaré enamorada…aunque sea del simple concepto que tengo del amor

No más lágrimas ni dolor
No más llantos
Si luchamos por amor…

Por el amor en todos los sentidos de la palabra…
Por querernos
Por quererle
Por quererte


Porque hoy es el mejor día entre todos los del año para recordarnos que el odio no nos aporta más que dolor.


Porque morir y matar?


Quizás…quizás…
Me he levantado con una visión demasiado hippie hoy…quizás!!


Pero porque no?

Quien no haya visto amelie…
Esta a tiempo…
Aunque yo ya la he visto un millón de veces por todos aquellos que no la verán nunca..!


Positivismo en estado puro…


A quién le hace daño levantarse con una sonrisa?
A quién le duele que seamos todos cada día un poco más felices???


No luchemos por la ignorancia de una vida feliz sino por una vida del conocimiento de cómo ser felices…


Porque…


Quien es más tonto:
El que lucha contra su propia felicidad?
O
El que a pesar de todo lo que nos puede haber otorgado la vida decide revolverse con una sonrisa?



Tutut…..



Ahí lo dejo todo…
Porque no hace falta vivir engañado para ser feliz!!!


Cierro los ojos y deseo con fuerza que estéis donde estéis os inunde una sonrisa de esas que se llevan consigo la felicidad de todo el cuerpo…


No esta mal no??"

1*

Tu beso sigue rebontando en mis labios una y otra vez, fue único y solitario, seco pero apasionado...Lo demás lo perdió el tiempo.


Voy a dormir porque hay cosas en las que es mejor no pensar.

Píramo y Tisbe - Ovidio

Para quién no lo sepa los antecesores de Romeo y Julieta...


"Pared envidiosa, ¿por qué te alzas como obstáculo entre dos amantes? ¿Qué te costaba permitirnos unir por entero nuestros cuerpos, o, si eso es demasiado, ofrecer al menos una abertura para nuestros besos? Pero no somos ingratos; confesamos que te debemos el que se haya dado a nuestras palabras paso hasta los oídos amigos."




Todo está inventando y se repite como un bucle, odio los bucles ¿es la hora de romper con la rueda de la fortuna? No nos importaría caer al fango, llenarnos hasta los ojos, hundir hasta las orejas para que no nos dejen oír....Lo importante sería que cuando consiguieramos salir con fuerza de ese pozo nos hiciera tanta ilusión volver a ver la luz que nadie podría detenernos hasta alcanzarla. Se puede llegar a querer romper con lo que hasta ahora era nuestro aire para respirar pero no sin olvidar lo dura que será la caída hasta el fondo. Una vez asumido esto el ascenso será imparable.

Quien no la haya visto

Debe verla...

Imprescindible...

Se te queda el cuerpo entero encogido con esta película...:(

Merece la pena leerlo

Y es un honor colgarlo, este autor siempre se llena de palabras sabias cuando habla, tal vez porque piensa cuando habla...

Por Arturo Pérez-Reverte

Nunca antes me había fijado en la cantidad de parejas homosexuales que se ven paseando por Venecia. Los encuentras caminado por los puentes, a la orilla de los canales, cenando en los pequeños restaurantes del casco viejo. No suele tratarse de dúos espectaculares, sino todo lo contrario: gente discreta, tranquila, a menudo con aspecto educado. Mirando a los demás aprendes cantidad de cosas, y en el caso de estas parejas siempre me encanta sorprender sus gestos comedidos de confianza o afecto, el reparto convencional de roles que suele darse entre uno y otro, la ternura contenida que a menudo sientes flotar entre ellos, en su inmovilidad, en sus silencios.
Pensaba en todo eso el otro día, a bordo del vaporetto que cubre el trayecto de San Marcos al Lido. Sobre la laguna soplaba un viento helado, los pasajeros íbamos encogidos de frío, y en un banco de la embarcación había una pareja, hombre y hombre, cuarentones, tranquilos. Se sentaban muy juntos, apoyado discretamente un hombro en el del compañero, en un intento de darse calor. Iban quietos y callados, mirando el agua verdegris y el cielo color ceniza. Y en un momento determinado, cuando el barco hizo un movimiento y la luz y la gama de grises del paisaje se combinaron de pronto con extraordinaria belleza, los ví cambiar una sonrisa rápida, fugaz, parecida a un beso o una caricia.
Parecían felices. Dos tipos con suerte, pensé. Aunque sea dentro de lo que cabe. Porque viéndolos allí, en aquella tarde glacial, a bordo del vaporetto que los llevaba a través de la laguna de esa ciudad cosmopolita, tolerante y sabia, pensé cuántas horas amargas no estarían siendo vengadas en ese momento por aquella sonrisa. Largas adoslescencias dando vueltas por los parques o los cines para descubrir el sexo, mientras otros jóvenes se enamoraban, escribían poemas o bailaban abrazados en las fiestas del Instituto. Noches de echarse a la calle soñando con un príncipe azul de la misma edad, para volver de madrugada, hechos una mierda, llenos de asco y de soledad.
La imposibilidad de decirle a un hombre que tiene los ojos bonitos, o una hermosa voz, porque, en vez de dar las gracias o sonreír, lo más probable es que le parta a uno la cara. Y cuando apetece salir, conocer, hablar, enamorarse o lo que sea, en vez de un café o un bar, verse condenado de por vida a los locales de ambiente, las madrugadas entre cuerpos Danone empastillados, reinonas escandalosas y drag queens de vía estrecha. Salvo que alguno -muchos- lo tenga mal asumido y se autoconfine a la alternativa cutre de la sauna, la sala X, la revista de contactos y la sordidez del urinario público.
A veces pienso en lo afortunado, o lo sólido, o lo entero, que debe de ser un homosexual que consigue llegar a los cuarenta sin odiar desaforadamente a esta sociedad hipócrita, obsesionada por averiguar, juzgar y condenar con quién se mete, o no se mete, en la cama. Envidio la ecuanimidad, la sangre fría, de quien puede mantenerse sereno y seguir viviendo como si tal cosa, sin rencor, a lo suyo, en vez de echarse a la calle a volarle los huevos a la gente que por activa o por pasiva ha destrozado su vida, y sigue destrozando la de los chicos de catorce o quince años que a diario, todavía hoy, siguen teniéndolo igual que él lo tuvo: las mismas angustias, los mismos chistes de maricones en la tele, el mismo desprecio alrededor, la misma soledad y la misma amargura.
Envidio la lucidez y la calma de quienes, a pesar de todo, se mantienen fieles a sí mismos, sin estridencias pero también sin complejos, seres humanos por encima de todo. Gente que en tiempos como éstos, cuando todo el mundo, partidos, comunidades, grupos sociales, reivindica sus correspondientes deudas históricas, podría argumentar, con más derecho que muchos, la deuda impagada de tantos años de adolescencia perdidos, tantos golpes y vejaciones sufridas sin haber cometido jamás delito alguno, tanta rechifla y tanta afrenta grosera infligida por gentuza que, no ya en lo intelectual, sino en lo puramente humano, se encuentra a un nivel abyecto, muy por debajo del suyo. Pensaba en todo eso mientras el barquito cruzaba la laguna y la pareja se mantenía inmóvil, el uno contra el otro, hombro con hombro. Y antes de volver a lo mío y olvidarlos, me pregunté cuantos fantasmas atormentados, cuántas infelices almas errantes no habrían dado cualquier cosa, incluso la vida, por estar en su lugar. Por estar allí, en Venecia, dándose calor en aquella fría tarde de sus vidas.